Se estima que los océanos contienen alrededor del 97% del agua total en la Tierra. Esta inmensa cantidad de agua no solo sustenta la vida marina y los ecosistemas, sino que también desempeña un papel crítico en la regulación del clima global al absorber el calor y el dióxido de carbono de la atmósfera. Además influye de manera positiva en nuestra salud y alimentación.
Partiendo de ello, ¿por qué debemos cuidarlos?
- Los océanos albergan una inmensa variedad de especies, muchas aún no han sido descubiertas. Mantener los ecosistemas marinos saludables es esencial para preservar la biodiversidad del planeta, lo que a su vez contribuye a la estabilidad de los sistemas naturales.
- Los cuerpos de agua actúan como una fuente importante de proteínas. Para muchas comunidades costeras y países, especialmente en regiones en desarrollo, los productos marinos son una fuente vital de alimentos y nutrición. Los pescados y mariscos son ricos en proteínas, ácidos grasos omega-3, vitaminas y minerales esenciales, lo que los convierte en una parte importante de una dieta equilibrada.
- Los fondos marinos albergan una rica biodiversidad que ha demostrado tener un potencial importante para la búsqueda y desarrollo de compuestos con propiedades medicinales. Incluso, en un reciente estudio, las Naciones Unidas descubrieron organismos en las profundidades de los océanos que aceleran la detección del COVID-19.
Es cierto que en muchas fuentes, incluyendo National Geographic, se utiliza la metáfora de los océanos como «el pulmón de la Tierra» que se refiere al importante papel que desempeñan.
A través de la fotosíntesis, las algas y las plantas marinas producen oxígeno utilizando la energía solar. Aproximadamente el 50% del oxígeno producido en la Tierra proviene de los cuerpos de agua. Además, actúan como sumideros de carbono, absorbiendo dióxido de carbono de la atmósfera y ayudando a regular los niveles de este gas de efecto invernadero.