El pescado es un alimento altamente beneficioso para el cuerpo humano y una excelente fuente de proteínas, esenciales para el crecimiento y la reparación de tejidos en el organismo. Además, es muy nutritivo, rico en vitaminas y minerales. A continuación, detallaremos algunos de los beneficios que puede aportar a tu cuerpo:
- Fuente de proteínas: sabiendo que son fundamentales para el desarrollo celular, la reparación de tejidos y la producción de hormonas en el cuerpo. El pescado aporta aproximadamente un 18%-20% de proteínas de alto valor biológico.
- Cuida tu corazón: consumirlo regularmente se ha asociado con un menor riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares. Los ácidos grasos omega-3 presentes en el pescado pueden ayudar a reducir la presión arterial, disminuir los niveles de colesterol LDL («malo») y triglicéridos, así como prevenir la formación de coágulos sanguíneos.
- Activa tu cerebro: muchos tipos de pescado, como el salmón, la trucha, el atún y las sardinas, son ricos en ácidos grasos omega-3. Uno de sus componentes: el ácido docosahexaenoico (DHA), es fundamental para el funcionamiento del cerebro, ayudando a mejorar la memoria, la concentración y el rendimiento cognitivo, además, puede reducir el riesgo de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.
- Protege tu organismo: es especialmente una buena fuente de vitamina D, vitamina B12, yodo, selenio y zinc. Estos nutrientes desempeñan un papel crucial en el mantenimiento de huesos y dientes saludables, así como en el funcionamiento adecuado del sistema inmunológico y la regulación de la función tiroidea.
- Promueve la salud ocular: el salmón, las sardinas y el atún, contienen altas cantidades de antioxidantes como la vitamina A y el zinc, estos nutrientes previenen enfermedades oculares relacionadas con la edad, mantienen la estructura adecuada de las células en la retina (el tejido sensible a la luz en el ojo) y a su vez, contienen propiedades antiinflamatorias que contrarrestan el daño oxidativo y la inflamación en los ojos.
Es importante tener en cuenta que para obtener todos estos beneficios, se recomienda consumir pescado fresco y de buena calidad, preferiblemente cocido de forma saludable. Algunas sugerencias incluyen prepararlo en escabeches, guisos, a la plancha, parrilla, albóndigas, croquetas, utilizarlo en rellenos de platos o incluso agregarlo como ingrediente en una pizza marina.
El pescado fresco debe ser almacenado de manera adecuada para su conservación. En la nevera, puede mantenerse durante 1 o 2 días si se coloca en la parte más fría y se tapa correctamente. Si se desea prolongar su tiempo de conservación, puede ser almacenado en el congelador a una temperatura de -18º C, en un recipiente con tapa o en bolsas con cierre hermético, por un periodo de hasta tres meses. Para descongelarlo, se recomienda realizarlo en la nevera o utilizando el microondas, evitando hacerlo a temperatura ambiente.
Es importante tener en cuenta que una vez descongelado, el pescado debe ser consumido en el día y no debe volver a ser congelado.